Pecado Original Basado en el Mundo Actual de Pokémon.
En un pasado distante, cuando la frontera entre Pokémon y humanos aún era difusa, había una mujer y sus compañeros. Cada día, se aburrían, por lo que a menudo capturaban Slakoth que vivían en el bosque cercano. Jugaban juegos crueles con los Slakoth capturados, a veces matándolos por diversión, arrancándoles los ojos o cortándoles las orejas.
Un día, la mujer caminaba sola por el bosque y vio un Slakoth colgando de un árbol. Subió al árbol para atraparlo, pero resbaló y se lastimó. En ese momento, apareció un Vigoroth. Este Vigoroth tenía una oreja desgarrada. La mujer, asustada, intento huir, pero su pierna herida le dolía tanto que no pudo moverse. El Vigorth con la oreja desgarrada la ataco de repente al verla. La mujer perdió el conocimiento.
Cuando despertó, estaba en un lugar desconocido. Frente a ella había un lago cristalino, rodeado de muchos árboles, de los que colgaban muchos Slakoth y Vigoroth. Todos los Pokémon llevaban heridas en alguna parte de sus cuerpos, marcas dejadas por la mujer y sus compañeros. Al observar más de cerca se dio cuenta que algunos de los Slakoth colgando de los árboles eran cadáveres. Eran los mismos Slakoth que la mujer y sus amigos habían matado y desechado. Los Slakoth estaban arrojando esos cadáveres al lago. Aterrada, la mujer intento huir, pero apareció un Slaking. Este Slaking también tenía una oreja desgarrada. La mujer se dio cuenta que era el mismo Vigoroth que había visto antes, y el miedo la abrumó, lo que la hizo desmayarse una vez más.
Cuando la mujer recupero el conocimiento, se encontró en la entrada del bosque cerca de su casa, rodeada de sus amigos. La llevaron de regreso a su casa.
Un tiempo después, la mujer dio a luz a un niño. Pero no era un niño humano, era un Slakoth. Ella tenía la intención de abandonarlo, pero no pudo hacerlo. Dejó de reunirse con sus amigos y decidió criar al Slakoth. Un día, sus amigos, preocupados por ella, visitaron el área cerca de su casa. Encontraron al Slakoth durmiendo allí, el hijo de la mujer. Como siempre lo hacían, atraparon al Slakoth, lo apuñalaron en el pecho y lo mataron. Tomaron su cadáver y se dirigieron a la casa de la mujer. Cuando vio al Slakoth asesinado, la mujer fue abrumada por la tristeza. Agarró el cuerpo del Slakoth y corrió al fondo del bosque. Sus amigos, sorprendidos, la persiguieron.
A medida que se adentraban más en el bosque, el entorno se abrió de repente, y encontraron el mismo lago cristalino de antes. Alrededor del lago había muchos Slakoth y Vigoroth. La mujer estaba de pie frente al lago, y, sosteniendo el cuerpo sin vida del Slakoth, se arrojó al agua. Después, los amigos de la mujer comenzaron a tratar a los Slakoth como compañeros, tal como ella lo había hecho en sus últimos momentos.
